¿Qué es la VOZ pasiva o activa?
La
voz, en la terminación verbal, es el accidente que denota si la significación del verbo es producida o recibida por la persona gramatical a quien aquél se refiere. En el primer caso se llama voz activa, como en
yo amo, y en el segundo voz pasiva, como en
yo soy amado.
Voz pasiva
La
voz pasiva es un modo verbal que existe solo en algunas lenguas, y que consiste en convertir al sujeto en el elemento pasivo de la acción verbal. En la voz pasiva, pues, el sujeto pasa de ser quien ejecuta la acción a ser quien la recibe, o, dicho en términos gramaticales, pasa de ser agente a ser paciente.
Cuando esto ocurre, la acción verbal aún ha de ser ejecutada por algún elemento gramatical. Este papel se le atribuye en estos casos al complemento agente, que recibe la tarea activa del sujeto agente de la voz activa. Así pues, la transformación es como sigue: si en la voz activa el sujeto es agente y es quien realiza una acción, al pasar a la voz pasiva este papel se traslada al complemento agente, y el sujeto pasa a ser paciente y a recibir la acción.
Sin embargo, la construcción de la voz pasiva requiere algunos pasos gramaticales más. Pongamos un ejemplo en voz activa:
Mi primo ha comprado dos boletos para la lotería de Navidad
La estructura de esta oración es como sigue:
Sujeto (”Mi primo”) + Verbo/Acción (”Ha comprado”) + Complemento directo (”Dos boletos”) + Complemento Circunstancial (”Para la lotería de Navidad”).
¿Qué ocurriría si la pasamos a voz pasiva? La frase resultante sería así:
Dos boletos [para la lotería de Navidad] han sido comprados por mi primoComo se puede ver, el anterior sujeto (”Mi primo”) es ahora el complemento agente, y el sujeto de la nueva oración es “Dos boletos”, que antes era complemento directo. Pero, ¿qué ocurre con el verbo?
La principal transformación verbal que efectúa la voz pasiva es la introducción del verbo ser, en el mismo tiempo que tenía el verbo en voz activa, más la adición del participio del verbo activo. En nuestro ejemplo, “ha comprado” se transforma en “han sido comprados”.
El complemento circunstancial de la oración (”para la lotería de Navidad”) ha pasado a ser complemento del verbo, y lo dejamos entre corchetes porque su posición puede variar, siendo válida su colocación tanto como adyacente al sujeto como en posición final de la oración (”Dos boletos han sido comprados por mi primo para la lotería de Navidad”).
Al margen de esta pasiva gramatical, poco usada en español, existe también la pasiva refleja, que se emplea sin sujeto activo y siempre precedida por “se”:
Se venden boletos para la lotería de Navidad
Más sobre voz pasiva
En gramática, el sujeto de una oración puede ser o bien agente o bien paciente, o en otras palabras, puede ser quien ejerce la acción (su parte activa) o quien la recibe (su parte pasiva). A este conjunto de posibilidades se le llama voz gramatical, que puede ser activa o pasiva.
La voz pasiva se construye con el empleo del verbo “ser” en funciones de verbo auxiliar, y con el participio del verbo correspondiente. Así, por ejemplo, “comer” se transforma en “ser comido”, “visitar” en “ser visitado”, y “pensar” en “ser pensado”. Ni que decir tiene que la forma activa de la oración es, de largo, la más usada en español.
Pero sigamos con la relación entre ambas. Si algo tienen en común la voz activa y la voz pasiva es que son casi siempre intercambiables. En efecto, casi todas las oraciones pueden ser dichas en activa y en pasiva, pero hay alguna que otra regla que siempre se cumple.
Por ejemplo, cuando transformas una oración a la voz pasiva, las palabras que que en la forma activa eran la que recibían la acción se transforman ahora en el sujeto de la voz pasiva. Veamos algún que otro ejemplo:
Mario llama a varios de sus amigos para jugar un partido de fútbol
Varios de sus amigos son llamados por Mario para jugar un partido de fútbol
“Varios de sus amigos”, que en la forma activa era un complemento verbal de “llamar”, en la oración pasiva se ha convertido en el sujeto de la oración. Pero no es ese el único cambio.
En el primer caso, en realidad, el sujeto de la oración es “Mario”, y este sujeto se conoce como sujeto agente (del latín agens, que significa hacer). Mario es el que “llama”, el que hace la acción. Por el contrario, cuando transformamos la oración a la forma pasiva, Mario deja de ser el sujeto activo (agente) de la misma, para convertirse en lo que llamamos sujeto paciente, pues es quien “sufre” la acción, quien la recibe.
A veces ocurre que el sujeto paciente no aparece en la oración, pues no interesa citarlo o no aportada nada o se sobreentiende quién es. En el caso anterior no es así, ya que es importante saber que fue Mario quien llamó a sus amigos. Pero en otros casos no es así.
La carretera ha sido construida con demasiada prisa
El turista fue secuestrado en el centro de la ciudad
Otra forma de explicarte esto de la voz pasiva
La forma activa y la forma pasiva son dos maneras diferentes de dar a conocer la misma información. Se dice lo mismo, pues, pero de diferente forma. La forma activa es la manera natural de hablar en español, y se basa en el uso de los tiempos naturales de los verbos. Una oración activa queda de la siguiente manera:
Yo como manzanas
Él compra naranjas
En la forma activa, como puede observarse, la acción verbal surge del sujeto. Es el sujeto el que realiza la acción.
En cambio, en la forma pasiva el sujeto es el que recibe la acción del verbo. Es, pues, el que la padece. Una oración pasiva quedará de la siguiente manera:
Las manzanas son comidas por mí
Las naranjas son compradas por él
La posición del sujeto es lo que diferencia una oración activa de una oración pasiva. Como en la vida real, nosotros podemos desencadenar una acción, pero también podemos padecerla. Es decir: una acción puede nacer o morir en nosotros. Ésa diferencia se traduce al lenguaje por medio de la voz del verbo: activa o pasiva.
En las oraciones pasivas, entonces, la potencia gramatical circula en el sentido opuesto al que estamos habituados. El sujeto es el que recibe la acción desencadenada por el complemento.
Normalmente, una oración pasiva puede convertirse en activa, y viceversa, incluso aunque la primera no disponga de complementos. Así, por ejemplo, si tenemos la oración pasiva “Las puertas fueron abiertas”, podemos crear una oración activa impersonal, como “Abrieron las puertas”, o podemos crear otro tipo de oración llamada pasiva refleja, que nos quedaría así: “Se abrieron las puertas”.
Las oraciones pasivas reflejas son una vuelta de tuerca más en la dirección en que transcurre la acción. Por ejemplo, si tenemos la oración “Los relojes baratos son vendidos muy bien”, podemos crear la refleja “Los relojes baratos se venden muy bien”, la cual, en español, suena mucho mejor.
Este tipo de oración se confunde muy a menudo con las oraciones reflexivas, pero hay una importante referencia. Cuando decimos, por ejemplo, que “Juan se peina”, el sujeto agente es explícito (Juan es peinado por Juan). En cambio, en las reflexivas no es así. “Los relojes baratos se venden bien” no explicita quién vende los relojes, sino tan sólo que “se venden”. Podríamos decir, en cualquier caso, que “los relojes baratos se venden muy bien por los fabricantes”, y ya habríamos incluido el sujeto agente, pero sonaría un tanto forzado. Las oraciones en pasiva refleja son bastante comunes (mucho más que las pasivas), pero no suelen incluir sujeto alguno.
Sujeto paciente
La persona gramatical, es decir, la persona, animal o cosa que realiza la acción que se describe en una oración, se encuentra en el sujeto. En otras palabras, el sujeto es la parte de la oración en la que se define o identifica al protagonista de la misma. El sujeto es, pues, el encargado de responder a la pregunta de “quién” realiza la acción. Si nuestra oración fuese “Los españoles son amantes del fútbol”, entonces el sujeto sería el que respondiese a la siguiente pregunta: “¿quiénes son amantes del fútbol?”. El sujeto sería, entonces, “los españoles”, como así es.El origen de la palabra “sujeto” es latino. En concreto, subiectus, que entonces significaba más o menos lo mismo que significa ahora. Aunque, como es natural, existen muchos sujetos diferentes dependiendo de una serie de elementos. Algunas veces el sujeto tiene un sólo núcleo, y entonces es de tipo simple. En otras ocasiones tiene más de un núcleo, y entonces es de tipo compuesto. Puede que el sujeto no aparezca expresamente en la oración, sino que su existencia quede presupuesta por el receptor. Es posible incluso que no haya sujeto. En ese caso, estaríamos hablando de una oración impersonal.
El sujeto paciente es el tipo de sujeto propio de las oraciones que hacen uso de la voz pasiva. Como su propio nombre indica, el sujeto paciente es el que padece la acción verbal, lo cual lo opone irremediablemente el sujeto más comúnmente conocido, que no es otro que el sujeto agente.
En la oración que antes pusimos como ejemplo, “Los españoles son amantes del fútbol”, dijimos que el sujeto era “los españoles”, la acción sería “amar” y el complemento directo, “el fútbol”. Pues bien, si esa misma oración la dijéramos en voz pasiva quedaría así: “El fútbol es amado por los españoles”. ¿Cuál sería el sujeto ahora? Siguiente la misma lógica anterior, haríamos la pregunta pertinente: “¿qué es amado por los españoles?”. En efecto, “el fútbol” es el sujeto, pero ahora nos damos cuenta de que, en realidad, “el fútbol” no está realizando ninguna acción, sino que por el contrario la está padeciendo.
Lo que en una oración activa es el complemento directo se convierte, pues, en sujeto paciente cuando la voz cambia a pasiva.
Construcción pasiva
Wikilengua
En una
oración pasiva el sujeto (conocido como sujeto paciente) padece la acción y quien la realiza es el
complemento agente.
Tradicionalmente se considera que en español la
voz pasiva se forma de dos maneras:
1.
Pasiva analítica o
pasiva perifrástica, con el verbo
ser o
estar funcionando como auxiliar en el tiempo de la activa, más el
participio del verbo que se conjuga. La aparición del
complemento agente no es estrictamente necesaria, aunque exista siempre en estructura profunda, y si aparece consiste en un sintagma preposicional con la preposición
por, y menos frecuentemente
de:
Las peras fueron comidas por Pedro | PASIVA ANALÍTICA |
Pedro comió las peras | ACTIVA |
La pasiva analítica se subdivide a su vez en dos tipos de pasiva la
pasiva analítica de proceso y la
pasiva analítica de estado o resultado.
- La pasiva analítica de proceso. Utiliza el verbo auxiliar ser:
- Las camas aún no han sido hechas.
- La pasiva analítica de estado o resultado. Usa el verbo auxiliar estar:
- Las camas ya están hechas.
2.
Pasiva sintética o
pasiva refleja, con el
morfema de pasiva
se más un
verbo en tercera persona; el complemento agente no suele aparecer de forma explícita:
Se vende piso | PASIVA SINTÉTICA |
El piso es vendido por alguien | PASIVA ANALÍTICA |
En castellano no existe un morfema específico para indicar la pasiva; lo más parecido que existe es este uso concreto del morfema
se.
Existen, por otra parte, otras posibilidades formales de pasiva por medio de
perífrasis verbales:
- Estar + participio : está o estaba prohibido, acabado, resuelto; está o estaba sentado,dormido, avergonzado, enfadado ...
- Estar + participio fue abierta, ha sido cerrada; es querido, era estimado, será solicitado.
- Tener + participio, Llevar + participio y Traer + participio. Estas construcciones son límites, pues en muchos casos sólo el valor semántico y el contexto pueden determinar su carácter pasivo.
- Dejarse + infinitivo. Es una construcción no totalmente pasiva, pues implica cierta participación del sujeto de la acción: «Se dejó vencer por el enemigo». Este tipo de construcción sería más acertado llamarla «medio-pasiva».
El
actante o complemento agente puede estar o no presente en estas construcciones pasivas.
En castellano antiguo es general el empleo de la preposición «de» con el complemento agente. Ejemplos:
- Del rey so ayrado. (Mio Cid)
- De Dios seré reptado. (Gonzalo de Berceo)
- El que a muchos teme, de muchos es temido. (Diego Saavedra Fajardo)
Sin embargo, hoy se prefiere la preposición «por».